lunes, 18 de junio de 2018

¿QUÉ ES EL SÍNDROME DE ASPERGER?

Es un trastorno del desarrollo cerebral muy frecuente (de 3 a 7 por cada 1.000 niños de 7 a 16 años), que tiene mayor incidencia en niños que niñas.
Que ha sido recientemente reconocido por la comunidad científica (Manual Estadístico de Diagnóstico de Trastornos Mentales en su cuarta edición en 1994 de la Asociación Psiquiátrica Americana [DSM-4: Diagnostic and Statistical Manual]), siendo desconocido el síndrome entre la población general e incluso por muchos profesionales.

La persona que lo presenta tiene un aspecto normal, capacidad normal de inteligencia, frecuentemente, habilidades especiales en áreas restringidas, pero tiene problemas para relacionarse con los demás y en ocasiones presentan comportamientos inadecuados
La persona Asperger presenta un pensar distinto. Su pensar es lógico, concreto e hiperrealista. Su discapacidad no es evidente, sólo se manifiesta al nivel de comportamientos sociales inadecuados proporcionándoles a ellos y sus familiares problemas .

Ellos luchan sin descanso, con la esperanza de conseguir un futuro más amable en el que puedan comprender el complejo mundo de los seres humanos y ser aceptados tal como son.


CARACTERÍSTICAS DEL SÍNDROME DE ASPERGER:


Algunas de las características que presentan estos niños, cada niño las expresa de forma distinta. Si algunas de ellas se adaptan a su hijo,
un familiar o conocido, es aconsejable que sea visto por un profesional (Psiquiatra infantil) que pueda establecer el diagnóstico adecuado.

El trabajo en el aula con el alumno diagnosticado de Síndrome de Asperger requiere, por un lado, el conocimiento del perfil cognitivo de estos, y por otro, la puesta en marcha de diferentes estrategias, logrando de este modo una adaptación y aprendizaje significativo.
Aunque los niños con Síndrome de Asperger comparten unas serie de características generales, que citaremos a continuación, no se debe olvidar las características individuales y personales que diferencian a cada uno de estos niños y los hacen únicos. Estas características individuales deberán ser tenidas en cuenta en cualquier tipo de tratamiento o adaptación. Las características generales de los niños con Síndrome de Asperger son los siguientes:
  • Cociente Intelectual normal o superior
  • Dificultades en la percepción global
  • Memoria muy desarrollada
  • Pensamiento visual
  • Funciones ejecutivas disminuidas (dificultades en planificación, organización, atención y control de la desinhibición)
  • Dificultades en la generalización de aprendizajes
  • Falta de motivación para lo que no le interesa
  • Dificultades para la atención selectiva si no les interesa la temática
  • Dificultades para la abstracción
  • Baja tolerancia a la frustración
  • Mala aceptación de fracasos y críticas
  • Resistencia a la adquisición de autonomía
Ayudas visuales, adaptadas y temporales
En el caso de niños autistas, de entre las muchas ayudas que podemos ofrecer tanto como profesores, padres, familiares o tutores, deberíamos recalcar las ayudas físicas, verbales, de modelo, de señalización, de posición y sobre todo ayudar a que el grado de intrusividad sea creciente (de menor a mayor). Asimismo, las ayudas que se le vayan proporcionando, se tienen que ir retirando progresivamente.
La inclusión en el aula de cualquier niño con necesidades especiales pero sobretodo con un alumno con Síndrome de Asperger, precisa que se tomen diferentes medidas en relación al contenido, tareas e instrucciones de trabajo.
Fernández Gallego (2010) propone las siguientes ayudas:
  • Audible y/o visible: ayudas explícitas con materiales como fotos, pictogramas, agendas visuales personales y dando instrucciones sobre la tarea a realizar que sean precisas (visual o verbalmente).
  • Ajustable: proceso de negociación en el que se tendrán en cuenta los significados propios del niño, los conocimientos previos, las formas de concebir a las personas, la realidad, estado emocional del niño y los contenidos conceptuales, actitudinales y procedimentales del adulto que enseña, ajustándose a las competencias del niño.
  • Temporal: se transferirán al alumno procedimientos que lleven a la autonomía personal de este, generándose estrategias de afrontamiento ante dificultades que le surjan.
PAUTAS DE COMPORTAMIENTO EN EL AULA

En cuanto al trabajo a nivel estudiantil, a fin de adaptar el funcionamiento del aula y del profesorado a las necesidades especiales del niño autista, y con el fin de potenciar sus capacidades, es importante proceder en el aula de la siguiente manera. A continuación se citarán una serie de pautas de comportamiento que podrían ser útiles de cara a maximizar sus logros, su potencial y su calidad de vida en el aula.
  • Crear un plan de trabajo personalizado para cada niño, según sus intereses, demandas, necesidades, etc.
  • Crear un clima de afecto y comprensión.
  • Establecer una rutina de trabajo. Son niños que funcionan muy bien con rutinas.
  • Asegurar un ambiente estable y predecible. Como acabamos de decir, son niños que funcionan de manera rutinaria, es decir, son muy inflexibles y no toleran bien los cambios. Por lo tanto, se tendrían que evitar los cambios inesperados. En caso de que se vaya a dar un cambio avisar al alumno anticipadamente del cambio para que lo comprenda.
  • Marcar un comienzo y un final claro en las tareas.
  • En cada inicio de una nueva actividad dar instrucciones cortas y precisas, asegurándose del entendimiento. De esta manera el niño o niña no se colapsará con tanta información.
  • Establecer metas a corto plazo.
  • Fraccionar las tareas en pequeños pasos.
  • Evaluar la dificultad de cada tarea en función de las habilidades del alumno, aumentando gradualmente la dificultad.
  • Incluir temas de interés generales y particulares, no sólo los gustos restringidos que él tenga, aunque también es muy útil crear ejercicios detallados y específicos con sus gustos, pues mantiene su motivación alta.
  • Evitar en lo posible la crítica y el castigo. Cuando las respuestas del niño autista sean incorrectas, se le debe proporcionar la instrucción otra vez, volver a explicárselo, no castigándolo.
  • Fomento de la participación activa en el aula, de la inclusión del niño en el grupo.
  • Utilizar apoyos visuales y otros instrumentos de organización.
  • Se tendrán que considerar las adaptaciones curriculares en las áreas que lo requieran.